El Barman de Pelo Largo fue durante mucho tiempo mozo de un conocido reducto folklórico de la ciudad, donde las empanadas suaves son picantes y las picantes son un canto a la piromanía.
Un sábado a eso de las cinco y media de la mañana, cuando hacía más de media hora que ya no se vendía alcohol, a dicho barman se le ocurrió poner dos temas de Peteco Carabajal que había en un cd llevado por un cliente.
Desde esa vez dicha circunstancia se repitió algunas veces, poniendo un par de temas de algún grupo latinoamericano; mal que le pese a uno o dos idiotas borrachos que tocan instrumentos imaginarios y se piensan que lo único que existe en la música es el autoidolatrado Spinetta.
El domingo pasado el Barman de Tenebroso Apodo y yo estábamos de clientes:
-Che desgraciado, borraste de la computadora las carpetas de Los Olimareños y Quilapayún.- Le digo en aire de chiste.
-Si, estoy cansado de que algunos clientes vengan y se quejen de que los sábados ponen folklore. Y si escucho otra queja también borro el flamenco- Respondió serio.
14 febrero 2007
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6 comentarios:
Si sacan el flamenco, me voy a petalos de girasoles! Le juro.
de quien es esa version del corralero
El Bar se tranformó en folklorista?, mire Ud...
Yaya: Seguramente no va a hacer falta
Anónimo: Ni idea
ladyinblack: Una o dos canciones no transforman un bar
Y mientras todo pase por el buen gusto... es válido... conserve el flamenco para Yaya, junto al de Arjona.
Un tema de Arjona y el bar se pierde... o pierde a varios!
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