24 abril 2008

Requiem para El Bartender

Quien muere en su ley no debe ser llorado ni extrañado; una copa deberá levantarse en su honor, y si es posible bien llena al levantarla y bien vacía al bajarla.
Por El Bartender: SALUD!!!





17 abril 2008

Le pisas los talones al Enrique

Leidis an yentleman, olvidados lectores de este blog tan poco actualizado ultimamente:

Hoy cumple años El Yaya, es decir, está ahí.. a un pasito nomás de ser calificado como "viejo choto".

Igual lo festejaremos hoy y mañana en el bar con abundante líquido espirituoso.

Salud.

03 abril 2008

Arte

Apenas pasada la medianoche, en la punta de la barra departimos amena charla El Yaya, El Ebanista, el Barman de Escasa Altura, El Viejo y yo. La temática versa sobre temas dispares pero interesantes. Llega y se suma un nuevo contertulio; Miguel el Electricista, Ballantines en mano.

Santiago el Escultor Empleado de un Museo irrumpe en el bar con la cara desencajada, desfigurado a la búsqueda de mi Miguel; una vez que lo encuentra se para frente a nosotros y con una mezcla de gracia, odio e incredulidad saca de adentro lo que guardaba.

¡¡Este tipo, está loco!!!- Dice señalando a Miguel y agarrandose la cabeza mientras el acusado sonríe levemente y le pegua un buen sorbo al whisky.

-Ya sabemos que Miguel no es un monumento a la cordura y mucho menos al abstemio, pero porque te ponés así.- Dice El Viejo mientras la risa de Miguel es cada vez más evidente.

-Al desgraciado lo contratamos para pintar el museo...no! no! no puede ser! no puede ser!- Santiago entrecorta las palabras y nuestra angustia es alimentada por su demora y por la cada vez mayor risa de Miguel.

-Dale loco que me quiero ir a levantar la vieja aquella que se acaba de pelear con el marido y quedó sola en la mesa del fondo- Dice El Ebanista.

-Lo contratamos para pintar el museo...y ...y ...y... no! no!- Sigue agarrándose la cabeza y toma un largo trago del vaso de fernet del Barman de Escasa Altura que parece darle coraje para completar la historia.

-Lo contratamos y se puso a pintar las paredes, cuando terminó una sala vacía sin preguntar pasó a otra y... y... y.... el desgraciado descolgó un Perez Celis y lo dejó tirado en el piso.-