25 noviembre 2007

Vueltas

A eso de las dos de la mañana, cansado de renegar con Miguel el Electrisista que insiste en poner música, decido cambiar un poco de aire y salir a dar una vuelta para visitar algunos amigos, empleados o dueños de bares.

Entro, saludo, pido una cerveza de la más cara y le pongo cara de orto al mozo que me atiende cuando me da un vaso plástico.

-No, a él dale vaso de vidrio y no le cobres cuando venga-

Escucho la voz de mi amigo El Dueño del Otro Bar que me a visto entre la multitud y se acerca. Charlamos un rato escuchando el asqueroso rock viejita mezclado con reggaeton que escuchan allí y que tan buenos réditos económicos le deja a mi amigo.

-Che ¿tu viejo? No lo vi cuando entré-

-Debe estar arriba chamuyando alguna pendeja, ya mando a uno de los guardias para que lo busque-

A los cinco minutos se hizo presente El Padre del Dueño del Otro Bar y se sienta no sin antes traer una botella de Juancito el Caminante (este blog no hace publicidad gratuita y menos de un whisky tan insípido).

La botella se terminó y a ella siguió una segunda... hasta ahí recuerdo, ahora son las cinco de la tarde y recién llego a mi casa con un terrible dolor de cabeza y con ganas de dormir por los próximos tres o cuatro días.

22 noviembre 2007

Raro

Este es un post raro. No cuenta ninguna historia del bar

¿Entonces que mierda hace acá? Y bue...

Me llamó la atención un afiche que vi pegado hoy a la tarde (si, a veces salgo a la calle de día) invitando a una guerra de almohadas el próximo sábado a las 18 en el Parque Sarmiento.

-Mierda, hay locos en todos lados, no sólo en el bar- Fue mi inmediato pensamiento.

Hace cinco minutos me acabo de dar cuenta que no es así, el organizador no es otro que El Rial de San Vicente, personaje de frecuente aparición por el bar y por este blog. Así que acá va, la modesta colaboración de Blog de Noche a la difusión de tan cultural acontecimiento.

21 noviembre 2007

Tomá mate

La afluencia de turistas extranjeros al tugurio siempre fue sorprendente. Durante años tratamos de evaluar porqué los huincas se sentían atraídos por tan maloliente y esteticamente precario lugar; sobraron explicaciones de todo tipo, algunas probables y otras francamente delirantes.

El inglés que se casó con una jipi del bar y se la llevó a vivir entre la niebla londinense, los integrantes del Teatro Negro de Praga que pasan a embriagarse religiosamente luego de cada presentación en nuestra ciudad, las alemanas mal tratadas por dos imbéciles que en lugar del sexo desenfrenado que ellas ofrecían pretendieron convertirlas en intelectuales leedoras de Shopenhauer, los brasileros apaleados en la puerta del bar por varios clientes y otros centenares de casos menos célebres demuestran que también los extranjeros son fuente de anécdotas en el bar.

Ayer sucedió algo extraño e inesperado; logramos resolver el misterio del por qué entran tantos al bar.

Llegan a eso de las nueve dos franceses pidiendo cerveza y whisky, asombrados por la cantidad de veces que preparé una para ellos extraña mezcla preguntaron ¿que era eso?

-Fernet.- Dije y les invité un vaso (los extranjeros son grandes dejadores de propinas, y ese vaso más que un gasto era una inversión).
Luego de ver la cara de asco que pusieron empezamos a hablar hasta que uno de ellos reveló por qué estaban allí. Fue la explicación menos esperada.

-Este bar está en la guía para turistas europeos y calificado como uno de los mejores de la ciudad.-

No lo creí hasta que no lo vieron mis propios ojos. Era cierto.

13 noviembre 2007

Newton siempre gana

Sábado, cerca de las cinco de la mañana, el bar ya está por cerrar sus puertas. Todas las mesas del antro lucen acupadas, algunas por clientes frecuentes, otras por desconocidos o intrascendentes totales.

El Ex Barman de Tenebroso Apodo bebe, despacio, un baso de Coca que no logra aplacar el mareo producto de la cantidad indefinida de cervezas que tomó.

Carlitos se queja de su suerte: -La puta madre, no aguanto más, esta semana trabajé tres días- No es fácil tener que trabajar por primera vez a los 32 años.

El Viejo insiste desde la punta de la barra con que no me va a pagar los 12 Vat69 que tomó si no pongo alguna chacarera.

Una mujer de unos 35 años se acerca a la puerta, el Viejo le abre y, mirándola de frente le dice
-Vos vas a bailar conmigo- Extrañamente, ella no se asustó sino que por el contrario se sentó en la barra junto al Viejo y sus circunstanciales contertulios: Carlitos, el Cliente de Teneroso Apodo, Tony el Repartidor, Miguel el Electricista y yo. Se plegó a todas las charlas a las que no fue invitada, tomó del vaso de todos menos del mío (siempre a buen resguardo bajo la barra) y bailó chacarera con el Viejo.

Cerca de las seis ya destapábamos la que seguramente era la última de la noche, ella agarra el vaso de Carlitos para tomar y el Viejo retruca:

-Che, dejá de tomar cerveza, no ves que se te van a caer las tetas-

-Que!!! Yo no tengo las tetas caídas, miren!!!-

07 noviembre 2007

El fin está cerca

Como si el mundo mirarse ya de cerca su calamitoso final, ciertos sucesos demuestran el desprecio de los empleados y clientes del bar por todo tipo de recomendación tendiente al bienestar propio y social.

El ex Barman de Tenebroso Apodo, El Yaya, El Ebanista y yo nos damos un atracón de salame y bondiola que sería la pesadilla de cualquier cardiólogo. Para que además de riñones, hígado, corazón y otras cosas dañadas con semejante merienda de domingo quedemos con la cabeza alterada el ex barman termina la tarde con un seguramente irrepetible -Dejen que pago yo-

El Barman de Escasa Altura se autopostula como nuevo Mozo en Jefe del bar y parece que lo aceptan. Renuncias en masa.

El Arzobispo, otrora simple vendedor del kiosco contiguo al bar, pasó a ser el Barman de Arriba y, desde este sábado y en un recurso desesperado, se convertirá en Barman de la barra principal, con mando sobre la música. Pater nostrum auxilium ebriusum.