15 junio 2007

Miércoles

Miércoles, medianoche. La temperatura se acerca peligrosamente al cero recordándonos por unos días lo que era el invierno antes de que Al Gore nos quiera volver paranoicos. Abro la barra de arriba, por media hora estoy sólo hasta que aparece el Barman de Poca Altura que ha terminado su turno en la barra de abajo.

-Chau, nos vemos mañana. Abajo está el impresentable del Yaya que seguro viene a tomar algo con vos así que yo mejor me voy a la mierda.- Se despide antes de largar un kilométrico recitativo de puteadas porque se olvidó los guantes y anda en moto.

-Compré una jarra de fernet antes de venir a saludar así no perdemos tiempo- Es la primera frase del Yaya al llegar, olvidando adrede que desde hace un tiempo me he convertido en una de esas despreciables personas que no beben.

La charla transcurre sin mayores sobresaltos hasta que vemos emerger de las profundidades de la escalera caracol a Miguel, el electricista del Bar, en evidente estado de ebriedad pseudo simpática del tipo "pago yo y mañana no me acuerdo".

En las dos horas que lo hicimos hablar para reirnos un poco este sujeto se acostó con una sueca que después resultó ser irlandesa pero que hablaba italiano, todo esto en la casa de un amigo que es jujeño pero sus padres son noruegos. Además conoció España, se convirtió en lider político barrial, se enfrentó solo con sus puños a dos ladrones armados, fue a Alcohólicos Anónimos, trabajó en la construcción del centro comercial cercano al bar, vió todas las películas de Eisenstein, leyó mucho a Borges y conoció los fundamentos por los que Jung renegó de Freud.
Escuchó a Los Olimareños en vivo, se peleó con un ex Montonero que terminó reconociendo que él tenía razón, se compró un nuevo taladro y muchas cosas más ante la atenta mirada y carcajada constante de el Yaya, el Barman de Tenebroso Apodo y mía.

-Estoy leyendo un libro de un alemán que la tiene re clara, dice que la masa no se puede controlar, sino que hay que conducirla.- Dijo sesudamente

-Ahhh, si lo conozco, Heinz Harald Frentzen*- Le dije.

-Si, ese mismo, está re bueno.-



*Heinz Harald Frentzen: Piloto alemán de Fórmula Uno durante la década del noventa, nunca fue muy bueno pero se destacó por ser el tipo al que Michael Schumacher le robó la novia.

La idea de la masa y su conducción es de un estratega militar alemán llamado Von Clausewitz, que es tomada por Perón en la primera página de su libro Conducción Política, nombrando a Von Clausewitz en la nota al pié. Apuesto lo que quieran que El Electricista leyó ese libro y no el del alemán.

2 comentarios:

Mr Montoto dijo...

Quizá al Mozo breve le joda que yo sea el único parroquiano del bar que no se apretó a su chica.

Se olvidó de las Suecas que se empomó no sé donde.
Hay personajes que dan pa' todo.

(Se dio cuenta de que el Mozo de Tenebroso Apodo no me cobró el último Fernet? Estará volviéndose humano?)

Belo dijo...

Schumacher evidentemente tuvo un mejor maneja de la masa...