19 septiembre 2006

Carpeta médica

Quienes asistieron este fin de semana al bar se encontraron con la ingrata sorpresa de mi ausencia. Ya me han llegado las quejas de que no los dejaron fumar, que la cerveza no estaba bien fría y miles de mentiras más que dicen tratando de adularme.

Mañana ya estaré nuevamente en condiciones de atender el bar asi que volverán a contar con mi preciosa cara detrás de la barra. Eso si, por un tiempo se van a salvar de que les robe su bebida para tomar gratis.

Y para terminar con las adivinaciones y/o chimenterío barato daré la verdadera versión sobre mi enfermedad, que ha sido tema de discusión el sábado según cuenta el Yaya. Es verdad; lo que me aqueja es una terrible enfermedad que vino del norte: Un maldito ají mexicano resultó demasiado picante para mi paladar argento y me llenó la boca de ampollas.
Así que lo siento, seguiré en este mundo molestando un rato más hasta que algún día ascienda al cielo de los borrachines.

7 comentarios:

xxx FroggieS xxx dijo...

Me alegro que sea solo eso.
No podrá hablar mucho quizás, pero sí escribir.
¡Saludos!

Anónimo dijo...

En los más oscuros rincones de San Vicente, lenguas ingratas dicen que en realidad tu afección no se trata de ampollas sino un raro herpes genital, trasmitido por una de esas hippies que de vez en cuando concurre al bar a vender sus menudencias.
Sea lo que sea, no te lo vuelvas a poner esas cosas en la boca!!! te hacen mal!!!

silvi a. dijo...

Me alegra saber que estás bien, pero en realidad lo que yo quiero saber es el apodo que le ha puesto el barman de escasa altura al yaya.

Mr Montoto dijo...

La teoría de su enfermedad traída de Norte América sigue siendo la más verosímil. Le juro que he comido toneladas de ajíses y nunca me ampollé el paladar.

Gir dijo...

....mhmhm pues a menos que hayas comido un ají llamado "habanero", no creo que haya ocurrido lo de su boquilla empollada.....saludos de la paisana del maldito ají jajaja

El Bartender dijo...

Solo le contesto a uno, al Rial de la República: querido Pablo, circunstancias más que obvias no te colocan en situación de hablar mal de mi, sobre todo en cuestiones de llevarse cosas a la boca. Lo espero el sábado para regalarle una cerveza por su cumpleaños.

Alicia dijo...

Espero que te mejores pronto! sin importar el origen de tu "mal"... saludos primaverales desde la Patagonia