04 septiembre 2006

El viejo

Allá por el año 1998 entré por primera vez al bar como cliente, luego de unos cuantos meses de ir todos los días logré que el barman de ese entonces me saludara, un tiempo después nos hicimos amigos y el me hizo entrar en lo que más tarde llamamos el "elenco estable" del bar, un grupo de borrachines con delirios intelectualoides y demasiada sed que bebíamos a precio de costo y sin restricciones horarias (privilegio que aún se mantiene).

Para hablar de un número podríamos decir que dicho "elenco" era de aproximadamente diez personas que intentaré recordar: No se puede dejar de nombrar en primer lugar al Barman con Apodo Felino, al Barman de Tenebroso Apodo muy joven por entonces, el profesor de teatro parecido a un actor yanqui, el porteño que fue colectivero luego barman y nuevamente colectivero, el barman que se fue a vivir a Europa, el gordo con la novia cantante que hoy factura un montón y algunos otros que la verdad no puedo recordar en este momento.

Pero hay uno que merece un mención especial, uno que es el único personaje indispensable del bar y al que hace mucho le debía un post:

Pelo canoso y algo largo, casi hasta los hombros. Ojos claros que no suelen verse. Pantalón y campera de jean, camisa a cuadros y zapatillas de lona. Debe andar pisando los 60 años.
Todos en el bar lo han visto, todos saben quien es pero casi nadie lo conoce. Todos pueden decir que es el viejo que se sienta en la punta de la barra y se toma casi una botella de whisky por noche; que fuma mucho y que siempre está dispuesto a quedarse hasta el final.
Otros, que saben algo más, podrán contar que inventó un ficticio partido político de tendencia anarquista, que es fanático de Belgrano y que le gusta escuchar a Jaime Ross cantando La Hermana de la Coneja aunque nunca se aprendió la letra.
Los pocos que hemos compartido mucho tiempo de charlas con él, tanto dentro como fuera del bar, sabemos un poco más; que trabajó más de veinte años en una planta procesadora de uranio (algunos opinan que es la radioactividad la que le permite tomar tanto sin emborracharse), que estudió ingeniería allá por los ´70 y que, como todo el que pensaba, tuvo que escapar para salvar su vida; que escribe cuentos que nunca publica y rara vez presta para que alguien los lea y miles de cosas más que se saben y las que no sabemos y algún día queremos conocer o no.

Cientos de páginas gastaría hablando de él y no llegaría a que lo conocieran en lo más mínimo, el viejo sigue siendo un personaje que vale la pena conocer personalmente.

Definitivamente en el bar deberíamos iniciar una campaña para declararlo personaje ilustre.

9 comentarios:

Mr Montoto dijo...

Quique a la selección!

El Bartender dijo...

El problema es en que puesto lo ponemos, usted vió que es de caerse

ignatiusmismo dijo...

Qué sería de los bares sin esos personajes más o menos anónimos que los habitan, sin sus historias... Saludos.

Gir dijo...

...es un alma en libertad, pero con cuerpo que encadena....prisionero de sus propios vicios y recuerdos de algo que inició, pero se extingio sin poder o querer evitarlo.
....sería interesante una conversación con él.

Anónimo dijo...

Cada mañana que llego a trabajar, leo los mails, contesto los que tengo que contestar, y despues entro a los blogs, al de Alicia y a este (Alicia no tiene inspiracion o tiempo porque nos tiene abandonados) y entrar aca me hace trasladar a casi 1200 km, entrar al bar, pedir una cerveza negra y ver a cada uno de los personajes, PERSONAJES, el dia que vaya creo que los voy a conocer a todos...Es genial lo que contas de este "viejo" y debe ser fascinante hablar con, o escucharlo, Dios quiera que pueda tener la oportunidad de conocer el bar, a los barman y a toda su gente, juro que cuando vaya no voy a molestar, solo me voy a sentar, cerrar los ojos y recordar cada lugar que lei y me imagine.
Consulta...en que calle esta el bar???
Saludos desde el sur

Celeste Sánchez Goldar dijo...

Ninguno de ese bar no merce ser catalagado como "personaje". Una cosnulta: ya volvió el Yaya?

Esther dijo...

Que personaje más extraño y misterioso.
Debe ser interesante tratar de conocerlo a fondo.
Existen tantos y tantos personajes que pueden pasarse por nuestros escenarios...

Anónimo dijo...

che, y donde hay que ir para ver esos personajes? o sea, donde queda el bar? (btw, este es un comentario desde holanda, como pedias en un post anterior).

El Bartender dijo...

Amstel: Y... estás un poco lejos. El bar está en la ciudad de Córdoba, Argentina. Nunca doy más datos sobre su ubicación para que la gente lo encuentre por si sólos, ya hay varios que lo hicieron.
Yo pensaba que eras una holandesa que conocí aquí, pero me parecía extraño porque ella no sabía de este blog aunque si conocía el bar.