21 noviembre 2007

Tomá mate

La afluencia de turistas extranjeros al tugurio siempre fue sorprendente. Durante años tratamos de evaluar porqué los huincas se sentían atraídos por tan maloliente y esteticamente precario lugar; sobraron explicaciones de todo tipo, algunas probables y otras francamente delirantes.

El inglés que se casó con una jipi del bar y se la llevó a vivir entre la niebla londinense, los integrantes del Teatro Negro de Praga que pasan a embriagarse religiosamente luego de cada presentación en nuestra ciudad, las alemanas mal tratadas por dos imbéciles que en lugar del sexo desenfrenado que ellas ofrecían pretendieron convertirlas en intelectuales leedoras de Shopenhauer, los brasileros apaleados en la puerta del bar por varios clientes y otros centenares de casos menos célebres demuestran que también los extranjeros son fuente de anécdotas en el bar.

Ayer sucedió algo extraño e inesperado; logramos resolver el misterio del por qué entran tantos al bar.

Llegan a eso de las nueve dos franceses pidiendo cerveza y whisky, asombrados por la cantidad de veces que preparé una para ellos extraña mezcla preguntaron ¿que era eso?

-Fernet.- Dije y les invité un vaso (los extranjeros son grandes dejadores de propinas, y ese vaso más que un gasto era una inversión).
Luego de ver la cara de asco que pusieron empezamos a hablar hasta que uno de ellos reveló por qué estaban allí. Fue la explicación menos esperada.

-Este bar está en la guía para turistas europeos y calificado como uno de los mejores de la ciudad.-

No lo creí hasta que no lo vieron mis propios ojos. Era cierto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

- buena referencia del bar... yo recuerdo haberme perdido entre las calles cordobesas caminè y caminè, lleguè justo a las puertas de su bar pero nunca paso por mi mente que ese era su lugar de trabajo-ademàs a plena luz del sol las cosas se ven netamente distintas- espero regesar a saborear de otra cerveza y brindar a su salud por las historias compartidas y por què no cantar una que otra rola al compàs de la chavela -perono hablaremos del chavo, porfa-

un abrazo

Fàtima

El Bartender dijo...

Caminando siempre se llega a algún lado, mejor si es al bar.
Le repito lo que le dije aquella vez, al criticar al Chavo nos robó un poco de infancia a todos.
Saludos y espero verla pronto.

Gise dijo...

En serio dice en la guía que es uno de los mejores bares de la ciudad???
Completamente de acuerdo! Es un lugar en el que uno se siente a gusto. Pero mire usted a donde ha llegado la fama del lugar.

Bueno, esperemos que ande bien usted, ya veremos cuando saciamos el calor con una cerveza o un vaso de fernet.

Hasta pronto.